Querida Jacqueline, decir que esa era una huelga de los trabajadores es bastante inapropiado. Los ejecutivos de PDVSA pertenecían a una elite no sólo de Venezuela sino mundial, y fueron ellos los de la iniciativa, dirección y planificación de esa huelga. Los ejecutivos de PDVSA se habían apropiado de la dirección de PDVSA en los tiempos de la Apertura Petrolera. Gracias a políticas del gobierno de Caldera, dictaban las políticas no sólo de la industria sino también del Estado y ambicionaban el poder político. Cuando se tiene ese poder económico sobre la industria más importante y por ser Venezuela una economía petrolera, ese poder sobre el país, el llamado a paro es más un lock out que una huelga de los trabajadores. Tu argumentación me recuerda la de Eleazar Pinto y la de la CTV en tiempos en los cuales el BTV era el "Banco de los Trabajadores" (tengo un libro escrito sobre eso). Ellos decían- lo parafraseo- "trabajadores somos todos, desde los que ganan menos del sueldo mínimo hasta los que ganan millones, porque todos trabajamos". Es un cinismo decir que la CTV o el BTV en ese tiempo representaban los intereses de los trabajadores. Pinto, en efecto, vivía en La Lagunita Country Club. Es muy difícil argumentar que los ejecutivos de PDVSA eran parte de las clases trabajadoras de este país.
La presión que ejercieron Gente del Petróleo sobre los trabajadores fue la de un patrono. Por eso, esa huelga de PDVSA dentro de la huelga general, liderada por Fedecámaras, la CTV, los medios privados de comunicación y grupos opositores, no representaba los intereses de las clases trabajadoras de Venezuela, entre los cuales me incluyo. Es una ingenuidad pensar de esa manera.
Cuando la lucha se plantea en esos términos de confrontación de poder por fuera de la legalidad por una parte de una derecha empresarial y oligárquica, con discurso de discriminación social y racial, contra un gobierno elegido según un Estado de derecho, lo que está en juego es el poder crudo. Y en esas circunstancias, si bien estaría de acuerdo que el despido de 20.000 trabajadores pudo no haber cumplido a cabalidad con todos los procedimientos pautados y quizás no fue la mejor salida institucional, no puedo convenir contigo que el Estado era el superpoderoso y la sociedad civil la desprotegida, que es lo que subyace bajo tu concepción de legalidad en este caso. Aquí se enfrentaron dos poderes parejos, y de ganar los ejecutivos de PDVSA, el Estado hubiera quedado en manos de una burocracia no electa por nadie y apoyada por los sectores del capital nacional e internacional. Olvídate que iban a considerar los intereses de los trabajadores.
Querida Jacqueline, lo que vimos entre 2002 y 2004 en términos políticos fue una lucha por el poder por canales no institucionales por parte de ambos bloques. El argumento legal tiene debilidades ante la lógica política. Ambos polos jugaron por fuera de las reglas del juego y ambos representaron intereses que se percibieron como antagónicos. Es claro para mí de qué lado estaban las mayorías de este país. Los pobres y empobrecidos. Por eso rechacé las estrategias insurrecionales de la oposición. La victoria la obtuvo el Presidente Chávez y los intereses que él representaba entonces: los que apoyaban la democracia participativa. Los ejecutivos de PDVSA, Fedecámaras, la CTV y los medios privados de comunicación, que lideraban a la oposición y tenían el poder en ella, no reconocían en ese entonces la Constitución de 1999. El 12 de abril Carmona hablaba de la Constitución de la República de Venezuela, no la "Bolivariana". ¿Quién les creería si ganaban el paro que dejarían en su lugar la CRBV?
Las capas medias se polarizaron y quizás la mayoría se identificó con el polo empresarial. Pero las capas medias no tenían allí el poder y fueron manipuladas el 11 de abril. Creo que con el paro fueron menos manipuladas. Conozco a bastante gente que no se movilizó y aún a otros se fueron del país disgustados o atemorizados.
La herida de la polarización puede sanarse si se reconocen estos hechos. Pienso que para muchos de quienes apoyamos a Chávez en esos tiempos, hay más capacidad de ver las debilidades de entonces, porque el Presidente una vez que se vio fuerte se fue desviando de la CRBV y haciendo visible otro proyecto personalista, no participativo, estatista, no democrático. Es un proyecto que viola a la CRBV. Por otra parte, creo que gracias a esfuerzos como los de Teodoro algunos sectores de la oposición entienden las bondades de la CRBV y han decidido jugar con esas reglas. Esto es claramente un avance.
Saludos, Margarita
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