viernes, 23 de julio de 2010

Discurso con motivo de la presentación de candidaturas del PPT en el Hotel Ávila el 23 de julio de 2010

Presentación de candidaturas del PPT en el Hotel Ávila el 23 de julio de 2010


Margarita López Maya


Buenos días tengan todos y todas
Reciban un cálido saludo y nuestras gracias a todos los aquí presentes en la mañana de hoy, que han venido a acompañarnos y respaldarnos en esta presentación de sus candidaturas a la AN que hace el partido Patria Para Todos. Gracias a los medios por cubrir el evento, hacerlo llegar a millones de venezolanos

Me toca mi hablar en nombre de los venezolanos y venezolanas independientes. Venezolanos y venezolanas que habiendo quizás tenido militancia política en el pasado, hoy se han separado de esa afiliación ante los desastrosos desempeños que han tenido en el pasado reciente algunos de los partidos políticos. También me toca hablar acá en nombre de las venezolanas y venezolanos que como yo nunca han militado en ningún partido, pero que queremos entrañablemente este país y estamos hoy desencantados y preocupados por la drástica situación que estamos viviendo. En fin, permítanme hablar hoy en nombre del venezolano común, el venezolano o la venezolana de a pie, que sufre hoy esta vida cotidiana llena de incomodidades y peligros. Que quiere que el país enderece su rumbo y encuentre un cauce donde todos podamos vivir en paz, sin tanta confrontación y resentimiento social, sin violencia, sin cadenas televisivas todas las horas del día, que podamos llevar a los niños todos los días al colegio para que se preparen para el futuro, mientras nosotros salimos a trabajar en un empleo digno, que produzca los bienes y servicios que cada familia y este país necesita.

Quero expresarme también en nombre de los sectores sociales profesionales del país. Fui educada toda mi vida en Venezuela. Mis padres y el Estado venezolano me dieron un apoyo invalorable, que me ha permitido ser un profesional de alto nivel, con reconocimiento académico, tanto en mi país como en el exterior. No lo digo para vanagloriarme, sino porque hay miles de venezolanos como yo, agradecidos de los apoyos que recibimos para ser lo que somos, agradecidos de nuestros padres, de sectores privados y públicos que nos educaron, que en definitiva representaron a miles de venezolanos y venezolanas que creyeron en un país para todos y que hicieron sus mejores esfuerzos para que fuéramos lo que hoy somos. Yo me siento comprometida con esas generaciones del pasado que modernizaron a Venezuela y la hicieron democrática. Con muchas exclusiones y debilidades, es verdad, pero democrática. Y me siento comprometida con las generaciones que me suceden. Quiero contribuir a que ellas encuentren las oportunidades profesionales y personales que yo encontré para ser ciudadana de un país del cual me he muchas veces enorgullecido.

Desafortunadamente, lo vuelvo a reiterar, el gobierno del presidente Chávez perdió la brújula que le entregamos los venezolanos en 1998. Décadas de luchas sociales y políticas se concretaron en la Constitución de 1999 que cambió nuestra democracia representativa por una participativa y protagónica. El presidente Chávez y nosotros, millones de venezolanos de todos los estratos sociales que lo apoyamos para que llegara a la Presidencia, logramos que en esa Constitución se señalaran orientaciones para la inclusión social y la profundización de la democracia venezolana.

El Presidente, sin embargo, en este segundo mandato abandonó nuestro proyecto. Ha decidido imponer otro proyecto político, uno personalista, concentrador de poder en su persona, polarizador y desnacionalizador de la economía y de la política. El Presidente y las nuevas elites que lo acompañan han decido gobernar para una sola parte de los venezolanos, sus incondicionales y algunos sectores que ellos consideran populares. Han decidido también mantenerse indefinidamente en el poder y cerrar así las oportunidades de relevo político, tanto a la mayoría de los venezolanas y venezolanos hoy preparados para asumir responsabilidades de gobierno, como a las generaciones de jóvenes que hoy a duras penas se educan aquí en y en exterior, a quienes las orientaciones de este proyecto obligan a buscar futuro fuera del país. En otros países de América Latina y el mundo, a veces sin ciudadanía o con una ciudadanía de segunda.

Debemos recuperar la democracia participativa de la Constitución de 1999. Para eso la Asamblea Nacional debe volver a ser autónoma, interlocutora del Ejecutivo Nacional, para recordarle que los venezolanos y venezolanas no votamos por el proyecto que ahora nos está imponiendo. Sino por la Constitución de 1999. Que las leyes que lleguen al Parlamento procedentes del Ejecutivo, si están acordes con esa Constitución serán bienvenidas, discutidas, mejoradas y aprobadas. Pero si la desdicen y contradicen serán rechazadas. Debemos recuperar la función de la Asamblea Nacional, que es hacer las leyes, las mejores leyes para la democracia de inclusión social con la que seguimos resteados.

Venezolanos y venezolanas, la situación de nuestro país se ha vuelto muy complicada. Como lo han dicho quienes me han precedido en el derecho a la palabra, vivimos una crisis económica estructural. La Venezuela del rentismo petrolero no da para que todos vivamos bien. No nos ha dado desde los años ochenta. Una vez más, desde el año pasado estamos en recesión económica profunda. El PIB cayó a -3,3% el año pasado y este año caerá más. La inflación está disparada y descontrolada desde hace dos años y este año continuará alta. Puede que la economía mejore un poco en 2011. Puede que la inflación baje un poco este año o el que viene. Puede que suba el precio del petróleo y volvamos al espejismo de la prosperidad para caer unos años después de nuevo en el abismo de la recesión. El gobierno seguramente nos dirá que por obra y gracia de sus medidas. No caigamos en ese engaño.

Así fue con Lusinchi, CAP y Caldera, este modelo es el mismísimo modelo económico rentista, corrupto, improductivo, importador, excluyente y desde entonces está agotado. Las promesas de superarlo que hizo este gobierno no las cumplió, entre otras cosas porque ha desechado el debate abierto con la sociedad y ha expulsado de sus filas y del Estado a los profesionales que pueden ayudarlo a construir ese modelo que tenemos más de treinta años buscando. Debemos con la Constitución en la mano emprender con urgencia y con todos los sectores productivos de la sociedad el debate del modelo económico viable, un modelo económico que supere el rentismo y se base en nociones de ética y productividad, que contemple el cambio climático y demás aspectos ambientales, que incluya la noción de democracia y justicia social, que use con reglas claras y estrictas la renta petrolera para que abra las oportunidades de construcción de un aparato productivo que de empleo de calidad a todos y todas. Basta de dádivas e informalidad desprotegida. Para construir ese modelo económico estamos los profesionales y trabajadores de esta República que hoy nos lanzamos en las listas del PPT. Nuestra opción es despolarizadora y ofrece abrir el debate en la Asamblea Nacional y en la sociedad, como primer paso en la construcción de un modelo que no será el que hasta ahora hemos visto desarrollarse desde el polo del gobierno, o el que ha ofrecido el otro polo. Contigo venezolano y venezolana debemos buscar una síntesis, que recupere la creatividad y productividad del mercado y que resguarde la igualdad y justicia social que garantiza el Estado. Ni estatismo ni neoliberalismo, sino una síntesis a la venezolana que trascienda ambas. Eso es posible.

En los recorridos que venimos haciendo como candidatos en las ciudades del país, venimos escuchando el clamor ante esta situación que podríamos llamar de envilecimiento económico. Pero también oímos reiteradamente con especial énfasis en las ciudades grandes, la necesidad de hacer algo urgente y a fondo con el problema de la inseguridad que ha cobrado las vidas de millares de nosotros. Venezuela ostenta hoy el espantoso récord de ser uno de los países más violentos de América Latina. Caracas una de las ciudades con más alto promedio de homicidios por 100 mil habitantes en el mundo. Mientras el promedio mundial son 9 homicidios por cien mil habitantes, nosotros estamos en 53 homicidios por cien mil es decir sextuplicamos el promedio mundial. Es una verdadera vergüenza lo que nos está pasando. ¿Y la situación de nuestros presos? ¿Y la de nuestros jóvenes sin empleo y lucrando con la droga? ¿y los indigentes? Pero la Asamblea Nacional actual se niega a discutirlo. Alega exageraciones de la oposición. Complace a su comandante, que trata por todos los medios de ocultar este aspecto de su gobierno que es uno de sus mayores fracasos. Necesitamos abrir a la diversidad política la Asamblea Nacional para que se escuche a todos y se construya un paquete legislativo que combate de raíz este complejo y urgente problema. Profundización de la reforma policial, políticas para los jóvenes para educarles y asegurarles su primer empleo, regulaciones a motorizados, control de municiones, políticas de desarme, efectivo monopolio de la violencia al Estado, pero control de la sociedad sobre la policía, regulaciones a los escoltas, son algunos de nuestras prioridades dentro de una política general y de largo aliento que vaya recuperando la convivencia en paz de los venezolanos y rescatando nuestros espacios públicos y privados.

Podríamos seguir hablando, porque parece mentira, después de once años todo está por hacer. Pero quiero concentrarme en estas últimas palabras en lo que me es más caro y por lo cual de manera principal hoy estoy acá acompañando como independiente al partido Patria Para Todos a la Asamblea Nacional.

Soy más que una política, una investigadora de la sociedad venezolana del presente. Y se de primera mano de las esperanzas que aun despierta el proceso del presidente Chávez. Porque visito, converso y estudio las diversas formas de participación que han sido impulsadas por este gobierno, se que han generado importantes y hermosas experiencias de inclusión social y politización. Esta opción no pasará esto por alto. Al contrario, al menos para mi está claro, que la democracia participativa llegó para quedarse, en las variopintas formas de las organizaciones comunitarias y en la práctica de la gestión directa en lo micro de diversos servicios sociales, por parte de la misma comunidad y que tanto se necesitan en los barrios populares.

Pero se también por mi trabajo las dificultades que estas formas participativas comunitarias atraviesan. Las imposiciones que vienen del oficialismo para usarlas con fines proselitistas y electoreros. Ya oímos al jefe de campaña del PSUV afirmar en un discurso que usaran las bases de datos de las misiones que ellos poseen por ser gobierno, para presionar por el voto para los candidatos oficialistas a la AN. Qué descaro. Se también de la falta de apoyos técnicos o de recursos que muchas veces ocurre, que impide que cuajen organizaciones eficientes, que de verdad solucionen de manera eficaz algunos de los tantos problemas. Conozco de primera mano la corrupción que ha destruido algunas organizaciones participativas y mermado el entusiasmo de sus comunidades.

Para mi esto tiene un problema de fondo: el personalismo con el cual se ha querido vender todas las transformaciones de nuestra sociedad. La idea de que no es El Estado de todos el que construye futuro sino el Estado de Chávez, el partido de Chávez, el gobierno de Chávez, en fin es Chávez el autor del cambio de la sociedad, de la supuesta revolución. Así no vamos a ninguna parte. O mejor dicho vamos al desastre de Chávez.

Venezolanos y venezolanas, necesitamos entender que debemos reconstruir nuestras instituciones democráticas. Necesitamos una Asamblea Nacional no de Chávez sino de todos nosotros como primer paso para una Poder Ciudadano no de Chávez sino de todos nosotros, que defienda nuestros derechos humanos, un TSJ y un CNE no de Chávez sino de todos nosotros, que imparta sin parcialidad política la justicia y organice la competencia electoral con equidad y transparencia. Necesitamos un proyecto nacional, no de Chávez sino de nosotros. Necesitamos reconstruir la democracia que nunca es de una persona sino de todos. Necesitamos que los ministerios nos respondan porque somos venezolanos y seres humanos, y no porque somos chavistas. Necesitamos recuperar nuestras autonomías y nuestros criterios propios, nuestra capacidad de debate y que ese debate importe en las decisiones de nuestro Estado.

¡Por una Patria Para Todos, con el apoyo tuyo venezolano y venezolana vamos a cambiar la Asamblea Nacional!

miércoles, 21 de julio de 2010

López Maya: “El país necesita reconstruir su tejido social”

Correo del Caroní

López Maya: “El país necesita reconstruir su tejido social”
miércoles, 21 de julio de 2010


La política de inmediatez, ese afán perenne por intentar soluciones inmediatas así sean erróneas, es una de las principales razones del atolladero en el que se encuentra hoy Venezuela, opina la historiadora Margarita López Maya.

Marcos David Valverde
mdvalverde@correodelcaroni.com

Se manifiesta conciente, como independiente, de que no cuenta con los recursos económicos de los que sí disponen, en cambio, los postulados a las elecciones de diputados para la Asamblea Nacional, tanto del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como de la Mesa de la Unidad Democrática.

A pesar de ello, Margarita López Maya, candidata de Patria Para Todos por el circuito 3 del municipio Libertador, en Caracas, no se desanima: alega que las propuestas de país que presenta sintonizan con la de miles y miles de venezolanos, que conservan la esperanza y, especialmente, la disposición de construir un modelo de sociedad basado en el pluralismo y la dependencia de los poderes.

- ¿Qué tan garantizada estará la autonomía de la Asamblea Nacional después del 26 de septiembre?

- Todo eso dependerá de la relación de fuerzas. Creo que hay por parte de nosotros, los independientes, toda la intención de rescatar esa autonomía. Tengo entendido que el sector de la oposición también trabaja en aras de rescatar esa autonomía, pero nosotros vamos con toda esa intención.

- ¿No cree que el poder estadal se afianzará para impedir esa autonomía?

- Bueno, el Gobierno y el Partido Socialista Unido de Venezuela no creen en la autonomía del poder legislativo, y tendremos que ver cuál es el resultado: si ellos alcanzan una mayoría simple, habrá unas leyes que pasarán simplemente levantando la mano, como ha sido la tradición en este período, pero de todas maneras el cambio se va a dar porque la Asamblea va a ser más plural. Creo que las cosas no son blancas o negras, y creo que es posible que la mayoría calificada no la obtenga el Gobierno, que los tres quintos tampoco, y que tendremos la posibilidad del debate más a profundidad y escuchar los intereses de todos los grupos políticos.

- ¿Qué la hace pensar que el oficialismo no tendrá la mayoría?

- No estoy diciendo quién va a ser mayoría, porque ahorita es que está comenzando la campaña. Lo que sí noto es que hay bastante descontento por la gestión de Gobierno de estos años, y la gente ha sido muy receptiva a la opción de abrir a la discusión, al debate y a la diversidad la Asamblea Nacional, así que eso nos hace pensar en que hay posibilidades de encontrarnos el 26 de septiembre con un resultado que favorezca la relación de fuerzas, y por ende hacerle recuperar al Poder Legislativo las funciones que le corresponden, y no simplemente levantar la mano y aprobar las decisiones del Ejecutivo.

Sólo cumplir órdenes

- En varias entrevistas ha hecho alusión a la necesidad de que los venezolanos se reconozcan en la diversidad. ¿Eso se logrará sólo con un equilibrio en la Asamblea?

- Lo que nosotros vamos a ver ahora será una diversidad. Creo que la Mesa de la Unidad Democrática y nosotros los independientes, vamos a llegar a la Asamblea, además del chavismo, que va a tener una importante representación allí. De ese modo, comenzaremos de nuevo a ver intereses, capacidades y posibilidades para recomponer políticas que se han distorsionado en estos años, debido a esa imposibilidad de tener una Asamblea que sirva de interlocutora con el Ejecutivo nacional.

Si la Asamblea actual no es interlocutora, ¿qué es?

- La Asamblea Nacional en este momento recibe las directrices del Ejecutivo. Puede haber excepciones con ciertas leyes positivas, pero en general hemos llegado a casos bastante grotescos, de seguir y adelantarse a los caprichos del Presidente, y eso es algo que debemos empezar a desmantelar.

- No utiliza el verbo desmontar, sino uno más contundente: desmantelar. ¿La contundencia es tan necesaria, tan urgente?

- Sí, yo sí creo. Estamos en una situación de profunda recesión y desajuste económico, y necesitamos un modelo económico viable porque hasta el precio del petróleo se ha mostrado insuficiente, y la calidad de vida los venezolanos se ha deteriorado tremendamente, así que necesitamos una discusión hacia el futuro, y un modelo más allá del rentista petrolero que se ha exacerbado durante el gobierno del presidente Chávez.

He argumentado con mucha fuerza que el modelo del socialismo del siglo XXI no es el modelo de la Constitución (de 1999) y tenemos que mejorar allí algunas cosas para que sea realmente participativo y de justicia social, porque ese socialismo implica una subordinación de los poderes públicos al presidente, con un Estado personalizado y polarizado.

Adolescente imperecedero

- Un concepto al que recurre siempre es madurez política. ¿Cómo lo define usted?

- Mira, como madurez política entiendo el hecho de desechar la inmediatez. Lo primero que se viene a la cabeza (sobre Venezuela) es un adolescente que siempre está apurado, que cree que el mundo se va a acabar mañana y que hay que ir rapidísimo. Tenemos que dejar el inmediatismo, porque por eso es que estamos como estamos. También tenemos que darle pie a los procesos, entender que estamos en una situación mala, con más dificultades para incorporarnos al siglo XXI, que el presidente Chávez ha concentrado una gran cantidad de poder y ha sometido al resto de los poderes públicos, además de destruir instituciones y arrogarse potestades que no le corresponden, con una personalización del pueblo. Todas estas cosas no se van a solucionar de un día para otro, porque el país necesita reconstruir su tejido social.

- ¿Y qué se necesita para alcanzar esa madurez?

- El primer paso es una Asamblea Nacional en la que estemos todos, en donde estemos los que creamos que no todos los procesos son desechables, y que hay cosas que resguardar, como la politización de la sociedad venezolana. El país ha reflexionado, ha hecho una síntesis de lo bueno de esto y de lo malo de aquello, y haciendo una síntesis, debemos comenzar a construir un país no polarizado, sino tomando de uno y de otro.

En todo, ucevista

- Margarita López Maya.

- Licenciada en Historia, egresada de la Universidad Central de Venezuela.

- Doctora en Ciencias Sociales por la UCV.

- Profesora titular del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV.

- Integrante del comité directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

- Candidata de Patria Para Todos por el circuito 3 del municipio Libertador.

Simón Bolívar se inscribe en el PPT

Publicado en El Universal miércoles 21 de julio

Simón Bolívar se inscribe en el PPT
Pedro Pablo Peñaloza


En su dramático relato -vía Twitter- del proceso de exhumación de los restos del Libertador, el Presidente confesó que en algún momento rogó a Cristo que resucitara al caraqueño inmortal.

"Cuánto quise que llegaras y ordenaras como a Lázaro: ¡Levántate Simón, que no es tiempo de morir!", escribió un emocionado comandante.

Ahora, imaginen por un instante que Jesucristo fuera como la Fiscal General de la República. Es decir, que se esmerara en hacer realidad todos los deseos del líder socialista. ¿Qué hubiera ocurrido si el redentor escuchaba esta súplica?

Pasado el susto (una cosa es pedir que un muerto se pare y otra muy distinta verle caminar), el jefe de Estado enfrenta la primera amenaza contra su liderazgo único en el PSUV.

Obligado por las circunstancias, emite un comunicado en este tenor: "venezolanos, sí, Bolívar vive, y por cierto... yo ratifico mi candidatura hasta 2021". Mensaje poco diplomático con destino a don Simón, que como es lógico llega reclamando la patria potestad sobre su hija.

Para evitar la ruptura, Chávez le ofrece a Bolívar tres opciones: ser suplente de Darío Vivas en la directiva del PSUV, asumir la candidatura a la AN por Tucupita o encargarse de la Secretaría de Relaciones del Alba con los países del sudeste asiático.

La negativa del prócer y su decisión de competir en 2012 por el Ejecutivo enciende la ira del titán de Sabaneta: "mantuano, viejo oligarca", le espeta al héroe para luego confesarse traicionado. "Bolívar se escribe con B de Baduel", dice el dignatario, que cierra melancólico: "Páez tenía razón".

La Asamblea Nacional, la Fiscalía y el Tribunal Supremo se pronuncian a favor del Primer Magistrado, que lanza en cadena esta amenaza: "Bolívar, ahora sí no te quedará ni un hueso sano, serás otra vez polvo". La defensora no ve en esas palabras incitación a la violencia.

Investigado por la Contraloría, Bolívar se declara perseguido político y busca cobijo en la Mesa de la Unidad. El movimiento genera suspicacias en la coalición opositora. "¿Será otro Arias Cárdenas?", se preguntan. Los antipolíticos recuerdan que Bolívar apoyaba el cese de los partidos, mientras Leopoldo y Capriles advierten: "el candidato de 2012 se define en primarias, aquí nadie tiene corona".

Vistas las reacciones de ambos bandos, el Libertador se declara ni-ni y se inscribe en PPT y... menos mal que Jesucristo no es como Luisa Ortega Díaz.